Pido perdón, a todos,
Por ser esta la muerte
Que he escogido,
Para siempre.
Perdón; por ser distinto,
por ostentar mi diferencia
en agonías letales y sublimes,
donde no he tenido, ni tendré,
ni se permite,
el espacio para mis reclamos ancestrales.
Perdón; por todo aquello
que he osado afirmar
en palabras con el contexto
irremediable del cúmulo
característico de mis contrasentidos.
Perdón; por escribir
en retazos, aquello
que puede cargar
en única cruz,
por única vez,
con brazos caídos.
Perdón por mis voces
que no han sabido
colmar el espacio
pequeño y soez
del muro social.
Perdón por medirlos
con la misma vara
que reniego,
porque centímetro a centímetro
marcó mi condena
en este infinito.
Perdón por no haber correspondido
aquellas oportunidades
que ustedes me han permitido
solo para despúes
levantar el dedo
y acusar.
Perdón, por ser el blanco
De mis propios dardos,
De mi carga irrebatible de pasiones
Perdón,
Por vivir esta y todas sus vidas,
Mañana, viviré la mía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario