sábado, 4 de diciembre de 2010

En la distancia de las horas,

El amargo,

ya no es minuto que se espera,

dentro de cada tormento de segundo.


 

Pasan, recorren el sendero,

Lo transitan,

Siguen dando vueltas,

Dejando atrás, en el pasado del olvido,

El letargo interminable,

De crueles agonías.


 

Y entre las vueltas de tantas vueltas,

Van naciendo los colores,

se va gestando la paleta,

El devenir de la vida la canta,

Y en ritual de conjuro,

En poesía,

… nos levantamos en vuelo.


 


 

jueves, 11 de noviembre de 2010

En las arenas del tiempo, en el laberinto del desierto…

A ustedes dos!

Sangre de mi sangre

Y terruño de mis sueños.

Había una vez, unreloj que jugaba con momentos,

y tenia un espacio para vivir un solo sueño -

El más ansiado, el más querido,

el más ansiado, el imposible,

el más amado -

y tenía unas manecillas abiertas,

como perfectos capullos,

Y la música,

La cantaban sus voces.


 

Había estepas llenas de flores,

Enteras estaban de sus miradas,

Sean sus ojos,

La mirada profunda.

El simple encanto que me encanta,

Y el canto del jilguero,

en nuestros lastimados recovecos.


 

Ya no voy a inventarlos,

Soñar con caricias, soñar en antaño,

En pretérito y pasado,

Pues ya no quiero imaginarlos.

Es este el tiempo del momento,

Del simple presente que conjuga sus verbos,

Que abre sus manos en simple sonrisa,

Y puedo,

Comenzar a vivirlos!

sábado, 6 de noviembre de 2010

Han vuelto nos preguntamos?

Han volvido nos respondemos,

Los que están…

No merecen la gloria

De la perfección del verbo conugado!

 

Perduran el sol,

Mis lágrimas,

Tu ausencia de cada día,

La noche siniestra,

Que oculta tu ausencia,

en sudores extraños,

en bocas que no conozco

y en besos que no siento.


 

Perdura el filo del acero,

Que corta mis estropajos,

Que hiere y clava

Todo en mi.


 

Y entre el brillo del acero,

Y El filo de su deseo,

Te corto,

te canto,

Te parto,

Te lloro

Te tengo,

Te dejo,

Recojo mis escombros

Y perduro…

Perduro en agonías,

En la ilusión que me trae el algún dia

En esa esperanza,

Que ya no quiero destruir,

Y es tan solo mia!

Repiten mis pensamientos,

La incógnita del amor,

El acertijo de no amarte

El laberinto del escape

La duda del tal vez

Buco palabras,

Invento caricias,

Te sufro sin sentirte

Te lloro en alegría,

Te canto en mis penas,

Y en el instante final,

Imploro amarte,

Con ruego y esmero

Construyo mi alma

con tu nombre

Y vuelvo a caer

Vuelvo al desespero

Vuelvo y retorno

Y aún no consigo amarte,

No consigo soñarte,

Pero tampoco

Quisiera olvidarte!

Tu ausencia,

El rostro de la eternidad,

Es implante de espadas,

De filosos dolores,

De brillosas ausencias

De llorosas empuñaduras,

De cubículos de encierro,

De susurrantes torturas,

De prisiones cercanas,

De promesas altas y

Tierra firme.

Tu ausencia,

El estandarte pleno

Y perfecto

De mi libertad!

Par-lamento

Veanlos!


 

Esconden las manos,

No las levantan,

Sus victorias la cantan,

A escondidas en un banco,

Condecoran sus renglones,

Injusticias y turbia sangre,

Cuando menos un llanto,

Cuando menos un canto.


 

Son tejido de varias lanas,

Y de la misma majada,

De aquella que escapó impune,

Y que compró nuestras almas.


 

Sus víctimas,

en terapia demencial,

En regocijo de esclavos,

Aclaman en alto,

Y el aroma del muerto

Confunde su espanto.


 

El hedor en pleno es multitud

Allá van los asesinos

Con nuestro sueldo,

Disfrutan impunes

Un sistema perverso.


 

Y en terapia de víctimas,

Se planea borrarlos,

Como engendros enajenados

Jamás podrán ser desaparecidos.


 

Y entre los horrores y los errores,

El hedor mortal,

Levanta las manos y aclama!

En grito frenético,

El nombre del epitafio!

martes, 26 de octubre de 2010

Ahora entiendo

Es ahora cuando empiezo a mirar,

A observar, a entender

Y lentamente, mis poros se abren

Y siento la ráfaga que tira "comprender"

Que durante años,

si el atisbo fue vida,

Fue dibujo o simplemente osadía.

Soplo con el viento y armo mi propia brisa,

Evoco un pasado del atónito cercano que

Hasta un día,

No se si el atisbo fue vida,

Fue dibujo, osadía,

O siniestra sepultura,

De una forma tan simple

Como intentar ser libre.

sábado, 16 de octubre de 2010

Hasta ayer.

Hace años repican las últimas tardes

Se volvió eterna como un plural indeterminado

De sensaciones confusas y esquivos palpitares.

La última, la tarde, ya son parte de la misma frase

Que hoy dejo de repetir,

Hoy anuncio a los vientos su partida,

En sinfonía de violines, la esperanza llega fuerte

con el viento norte, que cálido nos aprisiona.

Se disfruta con la música y se apasiona

con la sangre de uno mismo,

muestra unos gestos hostiles y silencios de antaña,

no muestran sus voces,

una capa de silencio los cubre y

la mirada tan tierna,

desenmascara todo

y la esperanza llega cubierta de esmero

y de ojitos saltarines,

mágicos!


 

Cuál?

La ultima tarde,

Como de qué manera,

Si todas las tardes son únicas

Y todas acaban siempre, eternamente

La ultima tarde?

Me pregunto cuál?

domingo, 18 de julio de 2010

Hoy,

Es el día de mi última lluvia,

El último en que abrigo al frio,

Como en cavernas de antaño,

Es el último día,

Que verán mis nieves caer,

Mis manos ya no podrán herir,

Mis voces,

Ya no blasfemarán,

Mi ser,

Ya no soportará ultraje alguno,

Mis ramas,

ya no tendrán la hiedra parásita.

Ni simbióticos extraños,

Intentarán arbitrarme.

Mi pronóstico,

Insuficiente de olvido,

El diagnóstico,

Prohibido,

La sentencia,

Eternidad,

Hoy, en este día me despido,

Saludo de frente,

Al batallón de mi muerte,

Dibujo el paredón

Y paso al frente,

Hoy,

Escogí este día,

Para el día de mi muerte!

No espero, no lo hago, ya no puedo…

Sentado,

No espero nada,

Ni a nadie,

Tan solo giro la cabeza y observo,

Al más allá de mi mundo,

Que muestra sus fríos recónditos

Y sus calles mojadas de peregrinos,

De transeúntes del olvido,

Que como yo,

Acurrucados, en silencio

Despiertan imaginando

Que sus manos alcanzan

Aquella misericordia,

Cercenada en la historia.


 

Están en silencio,

Escapan de las calles,

De sus calles,

Que son su abrigo, su sendero

Recorren con sus dedos,

La frialdad de sus manos duras,

Ningún lápiz hasta ahora,

Poso en ellos su encanto,

El papel, lo consume el fuego,

Y sus dibujos, sus paisajes,

Son como retazos,

unidos en el tiempo

Del calor y del frio,

Del olvido.


 

Sentado,

Observo…

Cada gota de alma

Que aún me cuelga,

Cada pedazo de hastío

Que suena

Y al final,

Sentado,

Veo el laberinto,

en el centro,

Lejos de la entrada,

Y perdido de la salida,

Extiendo entonces mis manos

Y mi calor peregrino,

Se confunde,

Entre los sueños y

Del transeúnte,

de aquellos que al igual que yo,

tienen cabida,

solo en el olvido.


 


 


 


 

sábado, 6 de marzo de 2010

La sangre brota

Y sigue brotando

Los borbotones de bilis

Están en el preciso instante

Quedaron en el momento cierto

En que el puñal

Destruyo en mí una parte

Que tal vez no conocía,

Una parte en mí que está muerta,

Una parte en mí que no se olvida

De la lluvia que caía,

De las sirenas de la policía,

Del llanto de mis niños,

Del dolor de la entrada,

Del último espasmo

De la llegada de lo inerte,

De la propia muerte,

Que una y otra vez

Levanta su sepultura

Y sigue muerta.

miércoles, 10 de febrero de 2010

A Federico Mateo,

Mi hijo, mi sueño.

Y en la tarde de todas mis tardes,

De toda mi vida,

Anunciaste tu llegada.

En sinfonía estelar

Colmaron las estrellas, sus luces

Y mi tarde atardecida

Floreció en curvas de campos,

Llanuras y colinas,

Transeúntes senderos, esperados rumbos

Y precisos destinos.

Te esperé, acurrucado,

sentado en la esquina de mis temblores

en frente a mis miedos y desenfrenos.

Perpetuado en soledades,

Te esperé, pasaban las aguas,

Caminaba en los charcos,

Sudaban mis manos por miedo a tocarte,

Lloraban mis ojos por miedo a soñarte.

Y en algarabía de un día,

Llegaste, lloraste

Y también lloró mi ser

Te moje con mis lágrimas y te sude con mis manos,

Te acurrucó mi aliento

Y te guardé en mi pecho.

Me cobijaste en el principio

Al abrir los ojos sonreíste

Y mis ojos en sollozo

Contuvieron el aliento,

Y yo, tan simple y complejo

Abrí mis brazos

Y en elegía de ancestral ritual,

Te alcé profundo

Y te levanté al universo

Y me dispuse

En esto que llaman vida

Simplemente a cantarte

Tan solo disfrutarte.

Llegaste, te esperaba,

Fuiste fiel a tu promesa

Y aquí estas,

Con tañido de campanas,

Con el viento y la lluvia,

Con tu risa,

Con tu vida que es la mía

Y que me dio

El sentido único de esperanza

Para cantar mis voces mudas al tiempo,

Mi silencio ahogado,

Mi frenesí de amor

Mi orgullo, mi sueño,

Mi cielo encantado,

Mis peldaños de libertad,

Por eso te esperaba y ahora que llegaste,

Es mi ausencia quien te disfruta

y mi mundo de sombras que te grita

y mi corazón que late tu nombre

y mi sangre que fluye por tus venas

y yo

y mi ausencia

y mi olvido,

soy yo quien falta,

soy yo,

Quien no está contigo,

Quien aún no ha llegado.

13-08-09

miércoles, 3 de febrero de 2010

Busco en las islas turquesas del agua

Que muestra tu alma

E ilumina mi vida,

Busco en tus islas de agua,

Acaso tu mirada,

Acaso tu sonrisa,

Busco en tus ojos divinos,

La imagen del alma,

La felicidad de mi vida,

El son de mi canto y la voz de mi ensueño,

Busco en tu vida, mi vida

Mi alma completa

Estremecida.

viernes, 22 de enero de 2010

Contaba historias

Contaba historias dicen,

En el susurro del viento

y en la llovizna de invierno,

en la sombras,

Contaba, cantaba, historias,

Plegarias, poesía.

Contaba historias o me las repetía,

Empañaba mis surcos en pequeñas verdades

O en mágicas ilusiones,

Contaba historias

De gigantes y eternos

De hojarascas en viento

Del frio en la noche,

Del sol en las montañas

Y de amores tormentosos,

De mazmorras,

Contaba historias,

Las contaba al mendigo,

Las cantaba yo mismo,

Deletreaba las sílabas del abismo,

Y silbaba en los peñascos,

Las cantaba,

Las contaba

Eternizaba mis sueños,

Y me derretía en encantos,

Y entonces

Cuando deje de contar?

Cuando deje de cantar?

Cuando?

deje de vivir…

miércoles, 6 de enero de 2010

Mis piedras.

Camino despacio,

Mirando hacia abajo para ver las piedras,

Ya no las toco,

Ya no juego con ellas,

Sus filosos bordes

han dejado en mi sus cicatrices,

algunas parecen suaves,

pero son mi mortaja,

las brillantes son absoluta muerte,

las cuadradas, las redondas, las ovales,

la geometría del tormento,

no sirven para armar collares,

pues se convierten en cadenas

no podemos lanzarlas al infinito,

pues resquebrajan el horizonte,

algunas se enredan bajo mis pies,

y me someten al abismo,

otras chocan y parecen cantar,

el llanto mustio del olvido,

nos guiñan con sus ojos ígneos,

petrifican nuestras almas,

sedimentan nuestra sangre

y nos hacen parte

de su calcáreo paisaje.

Ahora las esquivo, ya no las cuento,

Ya no tropiezo con ellas,

Ya no bordeo sus abismos.

Hoy, ahora camino lento,

Para no pisarlas y cada vez están más distantes

Y puedo levantar la cabeza

Ver las estrellas,

Canto, escucho mi plegaria nocturna

Y bailo al compás de la luna,

Y otras veces como ahora

Simplemente rio y disfruto estar vivo,

Saltando en las aguas pedreras,

Disfrutando el tránsito y la distancia

del camino recorrido.