sábado, 6 de marzo de 2010

La sangre brota

Y sigue brotando

Los borbotones de bilis

Están en el preciso instante

Quedaron en el momento cierto

En que el puñal

Destruyo en mí una parte

Que tal vez no conocía,

Una parte en mí que está muerta,

Una parte en mí que no se olvida

De la lluvia que caía,

De las sirenas de la policía,

Del llanto de mis niños,

Del dolor de la entrada,

Del último espasmo

De la llegada de lo inerte,

De la propia muerte,

Que una y otra vez

Levanta su sepultura

Y sigue muerta.