sábado, 16 de octubre de 2010

Hasta ayer.

Hace años repican las últimas tardes

Se volvió eterna como un plural indeterminado

De sensaciones confusas y esquivos palpitares.

La última, la tarde, ya son parte de la misma frase

Que hoy dejo de repetir,

Hoy anuncio a los vientos su partida,

En sinfonía de violines, la esperanza llega fuerte

con el viento norte, que cálido nos aprisiona.

Se disfruta con la música y se apasiona

con la sangre de uno mismo,

muestra unos gestos hostiles y silencios de antaña,

no muestran sus voces,

una capa de silencio los cubre y

la mirada tan tierna,

desenmascara todo

y la esperanza llega cubierta de esmero

y de ojitos saltarines,

mágicos!


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario